Cuenta leyenda, que Hunzahúa se enamoró de su hermana, y siendo el incesto un acto prohibido por su cultura este decidió ignorarlo. En un viaje de la pareja de hermanos a Chipatae y cegados por el amor que sentían decidieron hacerse esposos. La Cacica, madre de los jóvenes al enterarse del pecado cometido por los muchachos enfureció, persiguió a la joven con la Sana ; la joven se refugió tras la vasija de la chicha, y la rodeó varias veces evitando el golpe de la madre. La Cacica enfurecida en un arranque de ira lanzo la Sana y rompió la múcura llena de chicha. La chicha que se derramo formo una pequeña laguna la cual se conoce hoy como el Pozo de Hunzahúa. Hunzahúa encontró que su pecado se había transformado en una catástrofe y que su pueblo le repudiaba a él y a su amada por lo que se fueron de sus tierras con rumbo hacia Susa.  La hermana tuvo allí un hijo y se convirtió en roca por lo que fue abandonado en una cueva. Luego tomaron rumbo a Bacatá; cansados de su suerte y conscientes de su pecado, tras pasar bajo el salto del Tequendama estos se posaron en el lecho del rio y ahí se convirtieron en dos piedras “(Ocampo López, 2018 Pág. 32).